-Lee. ¡Lee! ¡Vamos, Lee, espera! -gritó Kim saliendo en siga de su amigo quien había pasado de él sin siquiera dedicarle un "hola".

-¿Qué pasa? -contestó Lee al fin, girándose sobre sus talones a ver al moreno. -¿Qué va mal ahora? ¿O qué va bien? ¿Necesitas contarme algo? ¿Necesitas un amigo? Pues que mal, porque cuando yo lo necesité lo único que hiciste fue evadirme.

-Vamos, Lee. Si quieres que te pida disculpas, lo hago -casi suplicó el moreno.

-No son suficientes las disculpas, Kim. ¿Cómo puede ser que cuando quiero compartir mi felicidad con alguien mi mejor amigo no parece siquiera interesado?

-No seas una nena.

La mirada de odio que le dio Lee no le pareció para nada de nenas.

-Está bien, está bien. Lo siento -dijo arrodillándose. -¿Qué quieres que haga para que me perdones? Realmente necesito a mi amigo y lamento haberme comportado como una mierda, pero si me escucharas, me entenderías. ¿Qué puedo hacer?

-Levantarte, por ejemplo. Nos estás avergonzando. -Lee ya había comenzado a forcejear la ropa de Kim para que éste se levantara, pero no fue sino hasta ese momento que consiguió que se pusiera de pie.

-Okey, okey -dijo el moreno arreglándose la polera. -Hoy te acepto la invitación a por un trago. Lo necesito -dijo haciendo una mueca.

-Pero ahora no te estoy invitando -puntualizó Lee siguiendo en su plan de indignación.

-Lee~. Por favor ya te pedí disculpas, te dije que lo siento y me arrodillé poniendo mi poca dignidad en el suelo por ti.

-¿Quién es la nena ahora? -cuestionó alzando una ceja. -Bueno, mira, tengo clases ahora. Te llamo luego y nos ponemos de acuerdo.

-Está bien. Gracias.

-Si no te perdono, ¿a quién voy a contarle lo que hace días quiero decir? -se rió Lee.

-¿Nos vemos al rato, entonces?

-Nos vemos, Kim -aseguró antes de dar media vuelta rumbo a su última clase del día.



-Y ahora bien, ¿qué es lo que te tiene con tantas ganas de un trago? -preguntó Lee una vez que ya estuvieron sentados en la barra de un buen bar en el centro de Seúl esa misma tarde.

-No, no. Prefiero que me cuentes tú qué es lo que te tiene tan feliz -dijo dándole un sorbo a su trago. -Ya tendremos tiempo de que te amargue con mis pensamientos.

-Está bien. No es mucho, la verdad, pero no significa que no signifique nada-

-Lee, ¿qué es lo que pasa? No sé si ponerme a saltar contigo o golpearte ya y que te destrabes.

-Okey, okey. Recuerdas que ese día de la obra, intercambiamos nuestros números de teléfono con Yonghwa, porque le había dicho que la obra había estado buenísima y que me encantaría volver a verlos actuar.

-Aunque al único que te interesaba ver era a él -acotó Kim con burla.

Lee levantó una ceja en una seña de que se abstuviera de hacer comentarios y siguió con su relato.

-El punto es que días después, mientras me comía las manos por no llamarlo, adivina qué pasó.

-No sé, no puedo ni imaginármelo -soltó el moreno con clara ironía ganándose otra mirada desaprobatoria del pálido chico.

-Saltándome tu sarcasmo... ¡Recibí un llamado suyo! Me invitó a por unas copas y conversamos toda la noche.

-¿Conversaron? -Ahora la ceja alzada se cernía sobre el ojo izquierdo de Kim.

-Sí, Kim Jonghyun. Con-ver-sa-mos. Mantén tus pensamientos para menores de dieciocho años, por favor.

-Está bien, está bien. ¿Y?

-Y... hemos estado almorzando juntos estos días.

-¿Y...?

-No vas a escuchar nada de lo que esperas, no sigas preguntando. No ha pasado nada más. Estamos... conociéndonos. -Y así como de convencido sonaba, así mismo de defraudado se sentía.

-Supongo que eso suena bien. Algo es algo, ¿no?

-Supongo...

-Y bueno, apenas y llevan un tanto de conocerse, las cosas no pueden avanzar tan rápido como uno quiere.

-¿Por qué presiento que esas palabras no son sólo para mí? -atacó en una risa. -Yo ya te conté, te toca. Vamos, échalo afuera.

Kim terminó su trago y le hizo una seña al barman para que lo volviera a llenar.

-Hay algo que estoy haciendo mal, Lee.

-¿Qué se supone que es lo que estás haciendo mal?

Lee terminó su trago y al tiempo que el barman se acercaba con el vaso de Kim, le pidió otro para él.

-Kim, dijiste que necesitabas hablar con alguien y estoy aquí, sólo dilo.

-Las cosas no van bien con Sekyung y... y creo... creo que estoy sintiendo cosas por Kibum otra vez.

-¿Crees?

La duda en el moreno estaba a flor de piel y Lee podía sentirlo, lo conocía tan bien que podía apostar sobre la razón de su duda.

-No quiero hacerle daño a Sekyung. Ha estado conmigo desde que tomé la decisión de regresar a Corea y no dudó un segundo en acompañarme.

-Eso no responde a mi pregunta. ¿Crees sentir cosas por Kibum? Kim, te lo advertí, no me hagas arrepentirme de haberte conseguido su dirección.

-Yo... Yo no sé. Cuando lo veo, necesito que se quede o quedarme donde está él. Tengo... Tengo esta necesidad de verlo y cuando me doy cuenta tengo la necesidad de alejarme, pero aún cuando no lo veo... pienso en él, sueño con él-

-¿Sueñas con él? -preguntó Lee sintiéndose sorprendido con la revelación.

-Sí -contestó el otro con algo de resquemor. -Días después de la obra de tu actor-

-No es mi actor -se apresuró a corregir Lee.

-Soñé con él -prosiguió Kim, obviando la queja -, venía a mi casa, hablaba pausado, tenía su cabello castaño otra vez, se veía... hermoso -el moreno parecía perdido en el intento de evocar de nuevo la imagen de Key en su sueño.

-Kim, tú-

-¿Yo qué? -preguntó debido al repentino silencio de su amigo. -Lee, ¿yo qué? -siguió escrutando frente al mutismo en el que se había quedado.

-¿Ese no es... el amigo de Kibum?

Kim miró en la dirección en la que su amigo dirigía la mirada. Había esperado encontrarse con Onew, pero sus ojos toparon con la figura del fotógrafo que estaba junto al periodista el día de la obra.

-Mmm... Sí, el fotógrafo. Joon creo que era su nombre o algo así. ¿Por qué? -cuestionó en vista de que Lee no le quitaba los ojos de encima.

-¿Ves a quien está con él?

-La verdad desde aquí apenas lo veo a él, así que no.

-Es Yonghwa.

Kim se estiró un poco para poder alcanzar a ver bien al acompañante del castaño, aunque por lo poco que conocía a Yonghwa y la distancia que les separaba no estaba seguro de que fuera él.

-¿Estás seguro?

-Sí.

-¿Qué vas a hacer?

-¿Qué quieres que haga? ¿Que le plante una escena? No puedo hacer eso.

-No, pero puedes ir a saludar -dijo el moreno hundiéndose de hombros.

-Yo... supongo.

-¿Te acompaño?

-N-no. Espérame aquí.

Kim lo vio alejarse hasta dar con la mesa donde se encontraba el fotógrafo y su acompañante que al parecer sí era Yonghwa, ya que Jonghyun les saludó a ambos e hizo un poco de conversación antes de regresar.

-Vamos, nos invitan a sentarnos con ellos.

-¿Está todo bien?

-Creo que sí, pero si me acompañas lo cercioramos.
Kim caminó detrás de su amigo con copa en mano. Lee botaba nerviosismo, pero aún así él no se creía capaz de reconfortarlo. Aún con lo que le había dicho a su amigo, sentía que aún quedaban cosas dentro de él que sacar.

Key ocupaba el centro de su mente en esos momentos.

* * *

-Estoy en mi casa, así que vemos lo que yo quiera.

-Pero, Bum, ya has visto esta película como un millón de veces -apeló Onew a su favor.

-Cinco, cinco veces, no un millón, no seas exagerado.

-Hagamos un trato -propuso el mayor intentando persuadir a Kibum. -Si cambiamos de canal, te cuento algo interesante que me contó Luna antes de que llegáramos acá el otro día.

El rubio lo miró sopesando la posibilidad. No es que le gustara andar enterándose de cosas que no le correspondían, pero tampoco era como si no pudiera ver la película luego.

-Okey, cuéntame -dijo al tiempo que apagaba el televisor con el mando a distancia. -Soy todo oídos.

-Eres el peor -se burló Jinki riendo.

-Sólo espero que tengas algo interesante que contarme.

-Bueno, aquí va. Ese día cuando llegamos, nos encontramos con Jonghyun y su novia en el ascensor-
-Me dio sed. Voy por un té. ¿Quieres algo? -le interrumpió levantándose.

Miniki que había estado observando desde el sillón de al lado lo imitó y lo siguió de cerca.

-Kibum, escúchame -le llamó Jinki siguiéndolos a la cocina.

El rubio se dio algunas vueltas por la estancia, sirviéndole algo de leche a su rubia minina y luego tomando un par de tazas y lo necesario para preparar un té para cada uno, antes de finalmente sentarse a esperar porque el agua caliente estuviera lista.

-Luna me contó que Sekyung dejó sus estudios en Japón para seguir a tu ex aquí. Son compañeras, y algo así como amigas.

Kibum se levantó en busca del agua, pretendiendo que no escuchaba lo que su amigo le contaba.

-También me dijo que la chica no lo pasa nada de bien acá. Ya sabes como son las estudiantes de Enfermería en esa universidad. La competencia las mata, pero bueno, eso Luna ya te lo había dicho.

-¿Por qué se supone que debería interesarme lo que me dices, Jinki?

Y el temperamento de Kibum volvía a salir.

-Sólo te lo digo.

-Lee Jinki, te conozco. Tú no sólo dices cosas porque sí.

-No lo sé, Kibum, pero algo no me gusta de tu ex, y esto me dice que es un egocentrista. La chica se vino por él, y dejó la vida que tenía en Japón por seguirlo hasta aquí y él no parece ni conmovido. No hay que ser un gran adivino, sólo hay que ver como es con ella.

-¿A qué te refieres a "con como es con ella"?

No era que estuviera interesado. Jonghyun había rehecho su vida junto a Sekyung y si ellos tenían problemas, era asunto de ellos, pero Onew ya había sembrado la espina de la curiosidad en él.

-¿No me dijiste que, esa noche en el teatro, él sólo la presentó por su nombre, pero que fue ella quien aclaró que era su novia? Además, ese día que nos topamos con ellos en el ascensor siquiera iban de la mano.

Para ese momento, el menor revolvía su taza sin darse cuenta que perfectamente ya llevaba más de un minuto en ello.

-¿Acaso tú siempre vas de la mano con Luna? Lo dudo -dijo para incomodidad del mayor. - Aún no le veo el punto a esta conversación. No cumpliste tu parte del trato, dijiste que me contarías algo interesante, así que me voy a ver la película.

Kibum tomó su taza y fue a sentarse nuevamente frente al televisor. La película ya había avanzado un tanto, pero no era nada de lo que no pudiera recordar.

-Te falta algo dulce -musitó Jinki lanzado un paquete de galletas a un costado de Kibum. -¿Y dónde pusiste la caja de pañuelos?

-En el cajón de allí -señaló el rubio sin despegar sus ojos de la televisión.

-No te enojes, si te lo comento es porque me preocupa que venga a por ti luego -musitó acomodándose a un lado de Kibum y recibiendo a Miniki que comenzaba a acomodarse en su regazo.

-Stop, Onew. Jonghyun ya no es tema... no es ese tipo de tema -recalcó tomando la caja de pañuelos. 
-No hay nada de que preocuparse, sólo somos vecinos, ¿no?

-Si tú lo dices, confiaré en ti -prometió ubicándose para ver la película junto a Bum. "Pero no voy a confiar en él." fue lo que no dijo en voz alta.

* * *

-Vuelvo enseguida -anunció Lee levantándose en dirección al baño.

Kim aprovechando la oportunidad de estar a solas con los mayores decidió ayudar a su amigo.

-¿Puedo hacerles una pregunta?

Yonghwa y Joon compartieron una mirada dubitativa, pero no se negaron.

-¿Ustedes... están saliendo?

El actor tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no tirar el trago de la sola impresión.

No era como si el moreno hubiera notado una actitud comprometedora entre ellos, pero tampoco era como si el pelinegro mostrara mayor interés por su amigo... para frustración de este último.

-No, ¿Por qué? -cuestionó de regreso el fotógrafo.

-No, es que-

-No creo que te molestara, de ser así, ¿o me equivoco? -preguntó Yonghwa, quien estaba obviamente consciente de que era el mejor amigo de Lee, quien a su vez era abiertamente homosexual, por lo que le parecería demasiado raro que él tuviera algún tipo de traba con el tema.

-No, yo-

-De todos modos, Yonghwa va por tu amigo, si es que es eso lo que te preocupa -soltó Joon dejando a los menores asombrados; a uno por su intuición y al otro por su aparente incapacidad para cerrar la boca.

-¿De qué hablan? -preguntó Lee ya de regreso.

-La homosexualidad -soltó el mayor como si nada, volviendo a sorprender a los otros dos y al recién llegado.

-Le preguntaba a tu amigo si compartir con gente homosexual era algún problema para él -se apresuró a decir Yonghwa evitando así que Joon volviera a decir algo más.

-¿Por qué lo sería? -preguntó casi sorprendido. -Es ex de Kibum después de todo.

Joon y Yonghwa se miraron el uno al otro perplejos para luego dejar caer sus miradas en el moreno.

-¿Eres ex de Kibum? -Más que una ratificación del hecho, Yonghwa esperaba saber un cuándo.

El pelinegro era amigo de Jinwoon desde que fuera tutor del chico un par de años antes, y desde entonces también conocía a Kibum. Su amigo había tratado en vano de tener una relación con el rubio, luego de varios meses de seguimiento y una aventura con final incierto, pero el diseñador se había negado rotundamente con la excusa de que no estaba en busca de algo serio. De todos modos, por lo que sabía de Kim, era imposible que fuera un ex reciente. Lee le había contado que el chico apenas había vuelto hacia algunos meses de Japón y había traído consigo a su novia.

Luego de quitar su mirada asesina del rostro de su amigo, Kim miró a los mayores.

-Sí, lo soy -contestó taciturno.

-¿Cuándo? -preguntó Yong al no ver respondida su real duda.

-Algunos años -respondió secamente el interrogado. Si no hubiera visto cómo se enrojecía su rostro cuando Joon lo había delatado se habría puesto en duda el hecho de que al actor pudiera gustarle Key, pero quería creer que eso ni siquiera entraba dentro de las posibilidades. -¿Por qué te interesa? -decidió preguntar de todas formas.

-Mi amigo está interesado en él.

-¿Tu amigo? -Que la conversación hubiera comenzado a girar entorno a Kibum con el rótulo de "gente interesada en él" comenzaba a no gustarle para nada.

-Jung Jinwoon.

-¿El chico de la obra? -preguntó Joon sólo para cerciorarse.

-Sí, tiene que ser él. Cuando Kibum me invitó tras el escenario, el chico fue... bastante amable con él. De hecho, se presentó como su novio, pero Kibum lo regañó enseguida. -recordó Lee. -Recuerdo también que no era grato estar ni a diez metros de Woohyun en la época en que andaban. En ese tiempo sólo supe que era un actor, ahora sé quién era - concluyó con una sonrisa boba que fue secundada por la de Yonghwa.

Kim vio con pesar el hecho obvio de tener que sumarle a su propio tutor a la lista. ¿No había modo de que esa conversación tomara un rumbo más simpático?

Al parecer, no.

-Yo... creo que es hora de que me vaya -anunció a los demás dejando dinero para cubrir su parte de la cuenta.

-Será hora de que me vaya también entonces -le siguió Lee levantándose de su asiento.

-Pero si quieres quedarte, yo puedo llevarte a tu casa después -ofreció Jung.

Lee dudó si aceptar o no, más que nada por el hecho de que si se quedaba tampoco tendría mucho de qué hablar. No conocía bien a Joon, así que tampoco sabía en qué plan estaba el fotógrafo con Yonghwa.

-Si quieres quedarte, por mí no hay problema -dijo el mayor como si le leyera los pensamientos. -, pero yo quiero irme, así que si a tu amigo no le molesta tomaré tu lugar.

-Tampoco tengo problema -acordó hundiéndose de hombros.

-Qué bueno porque odio hacer de mal tercio -rio Joon haciendo sonrojar a quienes aún seguían sentados.

Ambos se despidieron e hicieron camino al aparcadero. La primera parte del trayecto, Joon se encargó de buscar música en la radio, haciendo una mezcla de sentimientos en el corazón de Jonghyun. Era estúpido como simplemente escuchar un poco de música pudiera recordarle tanto a Key.

-Entiendo que aún lo quieras... es un buen chico.

Jonghyun no quiso siquiera mirar a su acompañante, sumado de que no era un desquiciado al volante, no quería delatarse. Sabía que dijera lo que dijera, sus ojos siempre acabarían delatándolo.

-¿De qué hablas?

-De Kibum. ¿De quién más?

-Creo... creo que estás confundido, yo-

-Yo ya no lo quiero, yo tengo una novia, yo ya no lo amo, yo rehice mi vida, yo me olvidé de él. ¿Cuál era la mentira que ibas a usar?

El moreno dudaba entre qué decir o qué hacer, Joon lo había cogido por sorpresa y parecía muy convencido de lo que decía.

-Mira, mi plan no es ponerte entre la espada y la pared, pero hay cosas que son obvias. Tus celos, por ejemplo. No te diste cuenta, pero casi rompes el vaso que tenías cuando Yonghwa nombró a Jinwoon.

-¿Cuál es tu plan, entonces? -preguntó Jonghyun casi a la defensiva.

-Ninguno. Sólo quería saber si tenía razón... y veo que sí. Kibum ha sido bastante amable conmigo, es buen chico, se ha ofrecido a ayudarme con cierto... asunto. Por eso me preocupa lo que tenga que ver con él.

-¿Él... te comentó algo de mí?

-No, no me ha dicho nada de ti. Pero supongo que puedo sacar conclusiones y pensar que tú le rompiste el corazón y eres el culpable de que no quiera saber nada de relaciones.

Jonghun pasó saliva casi en seco. Joon lo tenía acorralado y se temió lo peor. Si él le decía algo a Key, no le hablaría más y la poca cercanía que había conseguido se esfumaría en menos siquiera de lo que le gustaba creer.

-¿Vas a decírselo?

Joon había dejado de cambiar la radio y le daba indicaciones a Jonghyun.

-No. Mira, Jonghyun, él no me ha dicho nada, pero supongo que si no lo ha hecho es porque lo que pasó entre ustedes aún le duele o tiene significado para él. O, quizás, todo lo contrario, no lo sé.

Jjong seguía manejando petrificado, Joon lo miraba fijo, hablaba en serio cuando decía que le preocupaba lo que pasaba con Kibum, había aprendido apreciarlo en el último tiempo.

-No voy a decirle nada porque no es tema mío, pero si algo malo le pasa por ti, otra vez-

-¿Por qué asumes que-

-Porque no lo negaste. -Joon le dio la última indicación de doblar en una esquina y le dijo dónde estacionar. -No voy a meterme, pero espero que no le hagas daño de nuevo sino esta conversación no será igual la próxima vez. -Finalizó antes de bajarse del auto. -Gracias por traerme.

-De nada, hasta luego.

-Jonghyun, una última cosa. Kibum no es el único que puede salir dañado.

El moreno simplemente asintió y ambos dieron la conversación por terminada.



Todo el camino a su departamento se fue pensando en la última frase de Joon. "Kibum no es el único que puede ser dañado". Y lo tenía claro, pero no era como si él mismo no estuviera pasándolo mal de antemano.

Llevaba pensando cada arista de lo que pasaba por su cabeza desde hace días, la misma cantidad de días que no veía a Kibum... y no sabía cuál de las dos situaciones lo mataba más.

Por un lado, no quería herir a Sekyung, y si lo hacía se odiaría a sí mismo por ser tan maricón, por hacer sufrir a alguien que había estado con él a pesar de todo; pero también tenía que ser sincero, ya no la amaba y, lo que era peor, se ponía en duda si en algún momento lo había hecho. La quería mucho, la apreciaba, pero también sabía que eso no era suficiente para mantener su relación... y aún así, dejarla no parecía entrar en sus opciones de momento.

Pero, por otro lado, estaba Kibum. Key y esas ansias que tenía por correr a pedirle una oportunidad, de decirle que ya no podía seguirse guardando ese amor que llevaba acarreando durante años, que debió haber respondido que no cuando su madre le preguntó si sentía que estaba bien yéndose a Japón y haber obviado la interrupción de su padre soltando esa típica frase que ahora odiaba más que nunca: "es lo mejor para ti y para tu futuro".

Se había demorado dos malditos años en darse cuenta que su futuro no iba a ningún lado en Japón, entre papeles sin notas musicales y llenos de números.

No, no había vuelto por Kibum... al menos, no conscientemente, pero el menor se había convertido en la mejor razón de por qué volver a Corea había sido una excelente idea.

Quería convencerse de que quizás no fuera tan tarde, podría haber sido peor, podría haberse dado cuenta mucho después. Y aún eso no le servía de alivio. Key ya no lo quería.

Apagó el motor en medio del ambiente pesado que había creado dentro del carro, dando un suspiro hondo antes de bajar y entrar en el ascensor.

Ya había digitado su contraseña en la puerta, cuando el querer ver al rubio lo atacó por sorpresa. No tenía más excusa que no haberlo visto por lo que le parecían demasiados días, pero sabía que eso no sería razón suficiente para Kibum.

No alcanzó a hacer una resolución cuando Onew salió del apartamento.

-Oh. Hola, Jonghyun -le saludó a quien seguía aún petrificado.

-Hola, Jinki.

Jjong se decidió por entrar a su casa, asumiendo que el mayor seguiría su camino, pero justo antes de que diera un paso dentro, éste lo llamó.

-¿Sí? Dime.

-¿Tienes un momento?

-Claro -dijo no creyéndoselo del todo. -¿Quieres pasar?

-No, no es necesario. Es algo bastante simple, de hecho. -Que fuera simple era lo que comenzaba a encender las alertas de Jonghyun en cuanto a lo poco bueno que podría rescatar de lo que vendría. -Mira, Kibum me ha dicho que no pasa nada y que confíe en él, pero el punto es que no confío en ti. Kibum es una de las personas que más quiero, y tú ya le hiciste daño una vez. No te acerques a él en otro plan que no sea de amigos, ¿entendiste?

"Fantástico" ironizó para sí, "dos advertencias en una sola noche".

Jonghyun estaba a punto de preguntar dónde estaban escondidas las cámaras. ¿Era una broma, cierto? ¿Qué se creía Jinki diciendo esas cosas? ¿Qué con conocerlo apenas ya podía decir de qué iba? -Aunque realmente no hubiera estado ni lejos, porque él ya consideraba la idea de acercarse en un plan que no era precisamente el de amigos-.

-Si Kibum te dijo que no pasa nada es porque no pasa nada. Confía en tu amigo. -Prefirió ahorrarse todos los comentarios que lo único que lograrían sería que el mayor armara un alboroto del que prefería escaquearse por el momento.

-Confió en él, pero ya te lo dije, no confío en ti -repitió dando la conversación por terminada. -Nos vemos, Jonghyun.

-Nos vemos -repitió sin volver a mirar al mayor.


Cuando Jonghyun se levantó a la mañana siguiente, las palabras de Onew -y cierta parte de lo dicho por Joon -parecían haberse ido con su sueño. Se levantó más que decidido.

Una vez listo para irse a la universidad -lo que fue en menos tiempo de lo que se demoraba normalmente -, salió al corredor, y luego de cerrar con sumo cuidado la puerta tras de sí, se quedó de pie, esperando, afirmado en la pared. El abrir de otra puerta le alertó a moverse rumbo al ascensor.

-Buenos días, Jonghyun.

-Buenos días, Key. -Prefirió hacer como si no hubiese visto la mueca de su oyente. -¿Tan temprano a la facultad? -preguntó casualmente mientras entraban en la cabina.

-Mmm... -asintió. -Lo mismo digo.

-Sí, tengo... algunas cosas que hacer.

-Ya veo.

Llegaron al estacionamiento en silencio, y cuando cada uno estaba llegando a su vehículo, Jjong soltó la pregunta que había ensayado durante el desayuno.

-¿No quieres que te lleve? Digo... vamos casi para el mismo lugar...

Kibum había estado a una milésima de segundo de negarse cuando recordó lo que había olvidado hacer la tarde anterior antes de llegar a casa. Llenar el estanque de bencina.

-Claro, ¿por qué no?

El moreno tardó al menos unos segundos en procesar la respuesta positiva.

Con toda normalidad, Kibum tomó el mando de la radio haciendo su papel de copiloto, y Jonghyun se encontró cantando canciones que siquiera conocía bien y tarareando aquellas que no conocía para nada. ¿Estaba el mundo, de algún modo, poniéndose a su favor? Podía ser posible.

Antes de cerrar la puerta del auto -y antes siquiera de que Jonghyun pudiera comenzar a sentirse casi descorazonado por la pérdida de su compañía -, Key lo miró expectante.

-Necesito tu número de celular.

-¿Mi número de celular? -No era como si se lo fuera a negar, era primera vez en la que pensaba en que él tenía el del rubio, pero no había sido un intercambio en ningún momento y además la petición lo había tomado por sorpresa.

-Sí, así puedo llamarte cuando salga de clases. No irás a dejarme aquí. Tú me trajiste, tú me llevas.

Tenía que admitir que el rubio tenía un punto irrefutable, pero aunque no lo tuviera tampoco era como si le fuese a rebatir.


Cuando al fin Kibum se fue a clases, Jonghyun ya se sentía esperanzado por la hora del término de la jornada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario