Si cuatro meses antes alguien le hubiera dicho a Kibum que su ex se iría a vivir al departamento de al lado, que estudiaría Música en la misma universidad que él, que sería el pupilo de Woohyun y que luego de un tiempo estaría cocinando para tener una cena simpática con él, se hubiera reído en su cara y le hubiera espetado que no era momento para chistes fomes ni bromas pesadas, pero el caso era que en ese momento no estaba de risas sino que vigilaba que sus patatas doradas no se quemaran.

Sí, esa noche cenaría con Jonghyun. A ratos se paraba a pensarlo y ni él mismo se lo creía.

En las últimas semanas, su renovada amistad había hecho avances considerables y podía decirse que el hecho lo mantenía incluso tranquilo. Algo en estar bien con Jonghyun le hacía sentirse en paz, y desde que estaban en buenos términos parecía que todo conspiraba para que se encontraran más seguido. Se topaban en el elevador o en la azotea, coincidían en los balcones o en el corredor e incluso se lo había topado un par de veces en el campus de la universidad. Mágicamente, siempre había algo de lo que podían hablar. Así era como Key había acabado luciéndose sobre lo deliciosas que eran sus patatas doradas.

Hablaban de todo... o casi todo. Había un solo tema que a Kibum le parecía como si tácitamente lo hubieran hecho tabú entre ellos.

La novia de Jjong.

Jonghyun no le contaba nada, siquiera la mencionaba y él no iba a preguntarle, aún con todo el buen ánimo con el que iban encaminados, preguntar por Sekyung era meterse en arenas movedizas para él, después de todo era la novia de su ex... porque Jonghyun seguía siendo su ex y el único al que realmente había amado en toda su vida... aunque eso ya fuera tema pasado.

Revisó que la comida estuviera lista y apagó el fuego, Jonghyun estaba por tocar en unos minutos.

Tres golpes en la puerta le anunciaron que su invitado se había adelantado. Suspiró por el adelanto en los planes y el hecho de que aún no tenía puesta la mesa, se quitó el delantal de cocina, caminó a apagar su reproductor de música y se encaminó hacia la puerta componiendo su expresión por el adelanto.

-Hola -lo saludó un aparentemente entusiasta Jonghyun.

-Hola. Pasa -le invitó abriendo la puerta y haciendo su camino hacia la cocina. -Lo siento, pero aún no tengo todo listo.

Una pequeña risilla se escapó de los labios de Jjong, y Key volvió sobre sus pasos.

-¿Qué pasa?

-Es que... no es primera vez que me recibes con un mensaje parecido -contestó el moreno aún riendo.
Kibum se lo quedó pensando. No recordaba haber invitado a Jonghyun a comer en otra ocasión. ¿No estaría hablando de alguna vez en Daegu? Tampoco recordaba haberlo hecho en aquel tiempo... y de todos modos, sería incómodo si estuviera rememorándolo.

-Cuando vine a preguntarte por el agua... -dijo Jonghyun como si intentara darle pistas sobre lo que se refería. -Habías invitado a Taemin y su novio a comer, o algo así... -continuó viendo la cara de confusión del rubio.

-Ah... Claro, sí, ya...

-¿Te ayudo en algo? Dijiste que no tenías todo listo -ofreció el moreno antes de que un extraño silencio incómodo cayera entre ellos. Presentía que de algo se había perdido en los pensamientos del rubio, pero se dijo a sí mismo que era mejor no preguntar por el momento.

-Eh... sí -dijo guiando a Jjong hacia la cocina. -Toma, pon esto en la mesa... y esto -le indicó entregándole un mantel de mesa y cubiertos.

-Okey.

Jonghyun ordenaba mientras cada ciertos segundos miraba hacia la cocina. Ciertamente, todo aquello era más de lo que hubiera imaginado. Sobraba decir que había quedado casi en un shock cuando Key le invitó a comer a su casa; shock del que se repuso rápidamente para aceptar la invitación.

-Toma asiento, llevaré los platos -le anunció el menor desde la cocina.

Como siempre, la obediencia no era algo que Jonghyun tuviera por virtud, así que en lugar de tomar asiento, regresó a la estancia donde estaba Kibum, con quien casi choca al llegar a la entrada de ella.

-¿No me escuchas, cierto? -le espetó entre entretenido y contrariado con la situación.

-Lo siento- Sí, yo- Lo siento- Deja, te ayudo -balbuceó el otro quitándole los platos de las manos.

Se sentaron a la mesa y luego de los primeros bocados y las felicitaciones de Jonghyun, éste se decidió a preguntar por Taemin.

-Hace semanas que no lo veo. ¿Está todo bien?

-Sí, sólo que teniendo pareja, suele olvidarse que tiene un tío -contestó rolando los ojos. -Al menos, Minho lo hace feliz -añadió con una sonrisa.

-Minho... tu amigo... creo haberlo visto el otro día cuando fui a la facultad de Arte -dijo dubitativo intentando recordar la cara del chico que tan pocas veces había visto.

-Sí, ese idiota roba-sobrinos es mi amigo -musitó en un tono que Jjong no supo identificar. -Es amigo de Woohyun, también -agregó.

-Ah -fue todo lo que pudo musitar ante la mención de su tutor.

No era como si le molestara, pero viniendo de Kibum... no sabía cuánta información de la que pudiera obtener ahí quería realmente escuchar.

-¿Y cómo vas con las clases? Supongo que Woohyun está siéndote de ayuda.

-Sí, sí lo es. De hecho, bastante. -Lo que era casi peor que si no le ayudara. Sentía que en algún momento la culpabilidad caería sobre él.

Lo que no estaba muy lejos de lo que sentía Kibum por esconderle a su amigo de toda la vida que Jonghyun no sólo había estado viviendo en la que fuese su casa sino que también era él aquella pareja de la cual nunca había querido hablarle.

El silencio se cernió sobre ellos durante un momento en el que el único sonido que se escuchaba era el chocar de sus tenedores contra los platos.

-¿Y tu pequeña fiera? Hoy no la escuché gruñirme cuando llegué, normalmente no puede siquiera verme cerca -comentó Jjong intentando cambiar el tema.

-No la llames así -le regañó Key en medio de una pequeña risilla que aligeró el ambiente. -Se quedó dormida y preferí dejarla en el cuarto de invitados mientras.

-Ya veo... la aíslas de mí para que no pase malos ratos. -Ambos soltaron a reír.

El resto de la cena se fue en conversaciones bastante más generales y simples, pero no por eso menos entretenidas y faltas de comentarios. Y aún así, Jonghyun no podía evitar perderse en sus propios pensamientos cada tanto.

¿Cómo había hecho para perderse de eso por dos años? ¿En dónde había tenido la cabeza para ser tan sumiso ante su padre?

-Supongo que sigues dibujando -soltó de pronto mientras veía a Key terminar de ordenar unas cosas en la cocina. Había sacado el tema sabiendo que Kibum diría que sí y eso le haría automáticamente ganador de un poco más de tiempo antes de tener que irse.

-Of course. -Respondió el rubio automáticamente, girándose a verlo. De un modo u otro parecía como si su sonrisa se hubiera ensanchado. -Te mostraré algo, espérame aquí.

El menor partió hacia su habitación en busca de algunos dibujos que tenía guardados, sobre los que se sentía más que orgulloso, y otros bosquejos que había hecho recientemente. Estaba afanado en su búsqueda que su salto era de esperarse cuando escuchó la voz de Jjong a su espalda.

-Es muy tú -vociferó recorriendo la habitación con sus ojos, sacando fuera el pensamiento que se había llevado consigo la primera y única vez que había estado allí, varias semanas antes.

-I assume that I have to take that as a compliment.

-Asumes bien -concordó riendo mientras se adentraba en la habitación y siguiendo de cerca los pasos de Kibum.

-Aquí-

Ciertamente, Key hubiera querido terminar su frase, pero al girarse y encontrarse con Jonghyun a menos distancia de la que podía ser prudente en una amistad como la suya le sacó los pensamientos del camino.

Ambos se quedaron estáticos en una muda toma de decisión sobre quién se movía primero, mirándose el uno al otro como verificando no parecer más perplejo que lo que veían en el rostro de en frente.

Jonghyun se decidió primero a sabiendas de que hacer sentir incómodo a Kibum podría arrebatarle toda la cercanía que había ganado hasta el momento. Su lema del momento era andar con pie de plomo.

-Eeh... Esto es algo que hice hace un tiempo, de hecho, esta es la copia, el dibujo final obviamente lo tiene Taeminnie.

El moreno cogió el papel que Kibum le entregaba, encontrándose con un retrato de Taemin. Si ese no era el retrato final se moría por ver el que sí lo era.

-Wow.... Kibum, es grandioso.

-I know -soltó con una sonrisa orgullosa. -Estoy seguro de que tengo algo más por aquí -musitó comenzando a buscar en nuevas carpetas.

-¿Harías un retrato mío alguna vez? -preguntó el moreno sin quitar sus ojos del dibujo en sus manos.
Kibum esperó por un contacto visual que nunca llegó y se lo pensó un poco.

-Si estuvieras dispuesto a quedarte estático un par de horas...

¿Un par de horas? Todas las que fueran necesarias si con eso se ganaba la compañía y atención de Key.

-Por supuesto -aceptó sonriéndole a un Kibum que ya no lo miraba y se había vuelto a su búsqueda en las carpetas.

-Bueno, cuando tenga un tiempo disponible... quizás en las vacaciones, podría hacerlo. Aunque... ¿Qué harás en las vacaciones? -preguntó el rubio entregándole otro pedazo de papel a Jjong y luego sentándose en su cama.

-No lo sé todavía. Aún nos quedan algunas semanas para terminar el semestre, creo que cuando esté al día pensaré qué hacer... ¿y tú? -preguntó más interesado de lo que intentaba aparentar al tiempo que ocupaba lugar junto al menor.

-Supongo que iré a Daegu a ver a mis padres. Mamá siquiera me llama de lo enojada que está por no hacerme un tiempo para visitarlos -agregó con una mueca que al moreno le pareció... adorable.

Jonghyun se perdió en la estabilidad que esa mueca había conseguida en la comisura de los labios de Kibum. La miraba como si quisiera sacarla, como si fuera posible arrancarla, ya fuera con las manos o...

-Jonghyun... -lo llamó Key intentando hacerlo volver, meciendo su mano de un lado a otro. -Jong-

El moreno detuvo la mano de Kibum en el aire, tomando la muñeca del rubio. Ambos se quedaron sin nada que decir ante la reacción. Jonghyun clavaba sus ojos en los contrarios sin una razón aparente, Kibum hacía lo mismo intentando saber qué era lo que le pasaba a Jonghyun. No creía que fuera culpa de su comida, pero luego de la cena se estaba comportando bastante raro.

En la concentración de Key por intentar saber qué le pasaba a Jonghyun, casi pegó un salto cuando sintió que el moreno se inclinaba un tanto hacia delante, hubiera jurado que por una u otra razón se movía en su dirección.

-Creo que tengo sueño, será mejor que me vaya -dijo el mayor soltando con delicadeza el brazo ajeno y levantándose de la cama y soltando un bufido mudo que Key no pudo percibir pues él ya le daba la espalda saliendo de la habitación. -Gracias, otra vez. Te luciste -le sonrió girándose a ver al menor que lo había seguido. -Que descanses, buenas noches.

-Jonghyun, espera -lo llamó el rubio antes de que alcanzara la puerta. -Yo... estoy organizando algo para el próximo fin de semana, ir a una disco o un pub, lo más probable. Iré con unos amigos, bueno, ya los conoces... Woohyun, Jinki, Joon, Minho... quizás alguien más... y, bueno, quería saber si te gustaría ir también, si es que no tienes otros planes. -Movió sus manos como quitándole peso al asunto.

Woohyun, Jinki, Joon... todo el team que desearía a Kibum lo más lejos suyo posible... lo único que iba faltando era que Minho se les sumara.

-La verdad es que no tengo nada que hacer... -dijo dubitativo. Realmente quería ir, estaba seguro que su suerte en cualquier minuto lo dejaría por lo que debía aprovecharse de ella lo más que pudiera.

-Puedes traer a Lee contigo -agregó Key de pronto. -Por lo que sé, las cosas van más que bien entre él y Yonghwa y supongo que Joon lo invitará...

-Si Yonghwa va, quizás él mismo lo invite. Inclúyeme de todos modos -confirmó con una gran sonrisa, queriendo darse ánimos a sí mismo volviendo sobre sus pasos de regreso a donde se ubicaba Key. Fuera como fuera, si era con Kibum, sería una buena noche. -Nos vemos, que duermas bien -se despidió dejándole un suave beso en la mejilla y luego caminando de vuelta hacia la puerta.

-Buenas noches -musitó Kibum justo cuando Jonghyun le daba la última mirada antes de partir.

* * *

En las últimas semanas -como desde que pudo hablar con él por primera vez -, Lee no hacía más que hablar de Yonghwa, los lugares a los que habían ido, la nueva obra que preparaba junto a sus compañeros, lo que había dicho -y lo que no -, quizás mencionaba hasta lo que comía, pero Kim parecía tan abstraído que lo más certero era decir que no estaba prestando mucha atención.

-Me encanta cuando las personas están escuchándome mientras les hablo -dijo Lee en un tono sarcástico.

-Lo siento, estaba pensando.

-¿En qué? -indagó su amigo al obtener tan escueta respuesta.

-En lo de este fin de semana.

-Oh.

-Supongo que vas, ¿cierto?

-Sí, Yonghwa pasará a buscarme el sábado en la noche, pasaremos a buscar a Joon y nos juntaremos con ustedes.

-Yonghwa, Yonghwa, Yonghwa. Pareces una doncella hablando de su príncipe -se burló para aligerar sus propios pensamientos. -¿Ha hecho algún avance en el cuento? -siguió riendo.

-El mismo que ha hecho otro idiota que conozco -intentó burlarse de vuelta, pero sabiendo que no se estaba ayudando mucho a sí mismo.

-Entonces, ve tú. No vas a quedarte como Rapunzel esperando en la torre -continuó haciendo caso omiso de lo dicho por su pálido amigo.

-Sabes que no eres la persona más indicada para dar ese tipo de consejos, ¿cierto? -espetó levantando una ceja. -Pero tienes razón, supongo que no tengo nada que perder.

-Sabes que le gustas, ¿qué tendrías que perder? -Roló los ojos.

Lee se sonrojó pues en el fondo sabía que el moreno estaba en lo cierto. No podía estar malinterpretando tanto las señales del actor.

-Bueno, yo puedo decir lo contrario. Deja de sacar mis asuntos para evitar los tuyos. Tú eres el que debería decidir pronto sino realmente tendrás bastante que perder.

-No es así de fácil -suspiró.

-No sé, podríamos preguntárselo a Sekyung, ella tiene bastante que decir, supongo.

-¿Sekyung?

-Sí, ya llegó y está caminando para acá, así que pon tu mejor cara. Me voy.

-Pero, Lee-

-Hola, Sekyung.

-Hola, Lee. Hola, Jonggie -musitó acercándose a su novio para dejarle un corto beso en los labios.

-Bueno, los dejo, tengo muchas cosas que hacer. Hasta luego. Hablamos Kim.

El moreno simplemente asintió y Sekyung musitó un quedo "hasta luego".

-¿Y, de qué hablaban? -preguntó la chica sólo por romper el silencio que había quedado luego de que Lee se fuera y que parecía estarla incomodando sólo a ella.

-De... del fin de semana.

-¿La "salida de chicos" de la que me habías hablado? -se rió al recordar.

-La misma -sonrió más que nada por cortesía.

Se sentía tan mal por no poder ser completamente sincero con Sekyung, o simplemente espontáneo como antes, pero no podía ser de otro modo, y sabía que tarde o temprano o Sekyung o él acabarían asqueados de lo obvio.

-¿Jonggie? ¿Qué piensas hacer para las vacaciones? -preguntó ella ganándose la sorpresa y la atención de él.

Era la segunda persona que se lo preguntaba en apenas un par de días.

-No lo he pensado aún, ¿por qué?

-Porque quería saber si querías acompañarme a Japón. Iré a ver a mi familia y podrías aprovechar para ver a tus amigos... pero no pensé que tal vez quisieras ir a ver a tu familia.

Jonghyun lo había estado pensando y su madre se lo había pedido en todas las llamadas que habían intercambiado en el último mes. "Jonggie tienes que venir a vernos, y podrías traer a tu novia contigo".

-Lo más probable es que vaya a ver a mamá, me repite que vaya cada vez que la llamo o me llama.

-Sí, será lo mejor -sonrió ella, intentando hacer pasar desapercibida su desilusión. -Has estado aquí varios meses y no has ido a verla. Eso es bastante desconsiderado de tu parte, Jonggie.

-Lo mismo dijo ella -dijo riendo casi sinceramente.

Sí, iría a ver a su madre... a sabiendas de que se mentía descaradamente a sí mismo diciéndose que lo hacía por ella y que Key no tenía nada que ver en su viaje a Daegu.

Tanto como no había tenido nada que ver en su regreso a Corea.

* * *

Además de quienes Kibum había considerado en su planificación de la noche, se habían sumado Lee y "su príncipe", como Kim había comenzado a llamar a Yonghwa para molestia de su amigo. Jinwoon también se había sumado y en esos momentos recibía miradas para nada amistosas de parte de dos de los asistentes.

Cuando entraron al lugar, dejaron a Kibum platicando con Jinwoon -sin quitarles un ojo de encima, claro -, mientras Lee y Jung platicaban en su propio mundo, y Joon hacía todos sus esfuerzos por mantener una conversación animada con Jinki. Por su lado, Woohyun explicaba el modus operandi de la noche.

-El punto es que si en algún momento ves que el idiota ese está muy cerca de Kibum, tú vas y te ubicas en medio -decía Woohyun a su pupilo. -Minho ya está instruido, pero Onew se negó a participar, así que eres mi reserva -explicaba como todo un estratega, mientras Jonghyun simplemente asentía.

-No voy a hacerme parte de un juego, Nam -se defendió Jinki añadiéndose a la conversación tan alto como para que el grupo interesado le escuchara sobre la música, pero al mismo tiempo tan bajo como le fuera posible para que su rubio amigo en el otro extremo no le oyera. -Además si Bum te descubre se va a enojar.

-Lo sé, lo sé, pero si vamos a impedir que Jinwoon le ponga las garras encima a Bummie, vale la pena.

-Yo que tú pongo el plan en marcha -advirtió Minho señalando a Jinwoon quien ya pasaba disimuladamente su brazo por la espalda de Kibum.

-Okey, iré a la barra a pedirnos unos tragos. Kibum, ¿me acompañas? -Woohyun se levantó de su asiento y se acercó al rubio esperando a que este se levantara.

El diseñador se dispuso a acompañarlo no sin antes clavarle una mirada mordaz. A Kim Kibum no lo engañaban tan fácil. Sabía perfectamente que Woohyun no estaba para nada complacido con la presencia del menor de los actores en el lugar y que el que lo acompañara a por los tragos era una simple excusa para apartarlo de él, bien podría habérselo pedido a Minho o a Jonghyun.

Aún así, tomaron nota mental de los tragos de cada uno y se dirigieron a la barra. Apenas se hubieron apartado un tanto, Minho aprovecho para acercarse a Jjong.

-Si vas a decirme que me aleje de Kibum créeme que ya lo he escuchado lo suficiente -soltó Jonghyun a la defensiva intuyendo las intenciones del alto.

Minho sólo soltó una risita apenas perceptible sobre el bullicio del lugar.

-Sí, ya sé que te lo han dicho, pero no voy a hacer lo mismo. De hecho, no voy a hacer nada, Kibum está bastante grande para que lo esté cuidando tanto. Son sus decisiones -añadió en un tono que hizo pensar al moreno que ciertamente de algo se perdía. -, pero ten claro que si Woohyun se entera no le va a gustar para nada... y lo más seguro es que nos pondremos de su lado.

Okey, no era una advertencia, pero por alguna razón a Jonghyun le parecía en cierto sentido que sí lo era.

Minho estaba dando por hecho lo que Jinki creía una posibilidad.

-Lo tendré en cuenta.

Key y Woohyun se acercaban de regreso a la mesa justo en esos momentos, y en una maniobra que pilló de sorpresa al rubio, el castaño se le adelantó y tomó asiento junto a Jinwoon. Onew y Minho hacían un esfuerzo descomunal por no largarse a reír, y Kibum se sintió algo contrariado al darse cuenta de que el único asiento libre era el que estaba a un lado de Jonghyun.

-Quiero ir a bailar, Minho, acompáñame -le ordenó al alto quedándose de pie.

-Pero, ¿y los tragos?

-Ya los traen.

-Pero yo quería mi trago antes de bailar.

-Como quieras -soltó en un tono de disgusto. -Joon, ¿me acompañas?

-Claro -asintió el mayor levantándose y dejándose guiar hacia la pista.

Los tragos llegaron poco después y cada uno le dio un sorbo animado. Algunos esperando que el licor les quitara ciertos temores.

-Kibum baila bastante bien -acotó Lee fijándose en los dos chicos que parecían adueñarse de la pista. 

-Y Joon no lo hace nada de mal -agregó Woohyun mirando a Jinki, quien sintiéndose observado quitó sus ojos del par.

-Siempre le ha gustado bailar y lo hace bastante bien, en comparación conmigo -dijo Yonghwa riendo. -Dice que es su arma de seducción o algo por el estilo -añadió aún entre risas.

-¿Arma de seducción? Entonces tiene que tener a alguien en la mira porque vaya que se luce -comentó Lee.

-Sí, lo tiene, pero duda que vaya a conseguir algo. Ahora, sólo baila por bailar.

Quienes habían entendido lo dicho por el actor callaron intimidados por el hecho de decir más de lo que debían si hacían algún comentario.

-Vamos a bailar -soltó Lee de pronto, rompiendo el mutismo en el que todos se habían sumido y cogiendo la mano de Yonghwa al tiempo que se levantaba.

-Pero soy pésimo bailarín -advirtió el actor siguiendo al músico de todos modos.

-No importa -le aseguró Lee mirándolo con una sonrisa.



La primera vez que Key había regresado a la mesa, había acabado con su trago en un tiempo que sorprendió a todos los que estaban aún sentados, menos a Jinki que ya estaba perfectamente acostumbrado a la forma de beber de Kibum; pero una cosa era conocerla y la otra era aceptarla. El rubio iba en el quinto vaso de la noche y Onew veía que pronto habría que dejarlo sentado para que no fuera a caerse u ocurriría un desastre, cosa que obviamente Kibum negaba, y por lo tanto, seguía bailando.

Jonghyun se había liberado de la dulce tortura que habría sido tener que bailar con Kibum, ya que durante toda la noche entre Minho y Woohyun se las habían apañado bien para mantener a rayas a Jinwoon, además de que al final de todo Jinki había decidido cooperar, protegiéndose a sí mismo de los atrevidos bailes de Joon, quien parecía otra persona en la pista.

No era como si él no se hubiera mantenido al tanto de la completa situación, pero parecer desinteresado lo salvaba de quedar en evidencia.

Hasta que Woohyun llegó pidiendo su ayuda.

-Si quieres puedo ir a dejarlo a su casa, de todos modos, vivimos al lado. No me cuesta nada.

-No, no te preocupes, yo lo llevo, quédense aquí y pásenlo bien –rechazó Woohyun la oferta para su mala suerte.

Kibum estaba en un estado que les preocupaba a ambos y que peligrosamente lo hacía más vulnerable a los ojos de Jinwoon, quien para los dos músicos era una especie de predador buscando por el momento oportuno para caer sobre su presa.

-No es molestia. Yo también quiero irme, y así tú aprovechas de distraer a Jinwoon mientras yo me lo llevo a su casa.

-¿En serio, no te molesta llevarlo?

-Claro –asintió esperando porque esta vez su tutor dejara de poner barreras.

-Okey, Kibum está por allá –indicó señalándole el lugar de donde le había pedido al rubio que no se moviera. –Voy por Jinwoon, sácalo enseguida. Te debo una –le dijo alejándose.

Estaba mal, estaba mal, estaba muy mal. A cada segundo se volvía cada vez más descarado al mentir, pero en esos momentos decidió tragarse cualquier resabio de culpa y se fue por Kibum.

Una vez que le puso el cinturón de seguridad al rubio –sin ahorrarse los alegatos y los ruegos por volver dentro del local -, le envió un mensaje a Lee avisándole el por qué de su desaparición y luego encendió el auto para manejar de regreso a casa.

El trayecto fue bastante bullicioso. Key se había dado cuenta de que no podía ir en contra de la voluntad de Jonghyun y aún así seguía rogándole porque volvieran. Estaba definitivamente muy ebrio.

Luego, una vez llegados al estacionamiento del edificio, cambió su discurso, acusando a Jonghyun de amargado y aguafiestas por haberlo apartado de la diversión en lugar de dejarlo seguir disfrutando de la noche. El moreno se limitaba a escuchar sus alegatos, algunos sacándole risas por lo descabellados e ingeniosos. Kibum parecía bastante locuaz a pesar de la borrachera.

Pero locuaz no significaba por ningún motivo que tuviera el poder de su cuerpo.

Subieron a trastabillones por las escaleras de emergencia, ya que Jonghyun no quería que el conserje encargado del turno nocturno viera a Kibum en ese estado; no estaba en conocimiento de si ya lo había hecho antes, pero al menos él no permitiría que lo hiciera en esos momentos.

Key caminaba intentando apartar las manos de Jonghyun que lo afirmaban de sus caderas con vagos esfuerzos que no le dieron resultado alguno, pero de todas maneras él siguió guerrilleando hasta que llegaron a su puerta.

-Déjame yo abro, Key –pidió el moreno al ver que Key ya había intentado introducir la clave una ve y la había errado.

-No, puedo solo... y deja de llamarme Key –le regañó en un susurro.

Jonghyun pasó de largo por el comentario y sin mediar otra palabra digitó los números necesarios para que la puerta se abriera, todo en menos tiempo del que llevaba Kibum apenas intentando.

El rubio se adentró enseguida en la casa y comenzó a tirar sus zapatos y su chaqueta dejando que quedaran en el lugar que cayeran, mientras Jonghyun lo seguía de cerca, por lo que alcanzó a sujetarlo cuando el menor tropezó en mitad del pasillo que era apenas iluminado por la escasa luz que entraba por la ventana del balcón.

-¿Por qué eres bueno conmigo ahora? –le preguntó haciendo amago de las pocas fuerzas que podía manejar para encarar a Jonghyun en su intento por llevarlo a su cuarto para que descansara.

Jjong apenas y podía verlo, apenas y consideraba el hecho de que lo único claro que tenía frente a sus ojos era la silueta de Kibum, pero ahí estaba, intentando agudizar su vista para saber a qué venía la pregunta, a qué venía la acotación de ese “ahora”, y por qué Kibum se había quedado callado, al igual que él que no sabía qué responder ni qué decir.

-Yo... –Sus palabras atascadas en su garganta, intentando encontrar algo que no hiciera enojar a Kibum ni que tampoco le fuera a herir. Estaba en terreno frágil... como siempre se sentía estando cerca de Key.

Se sentía dubitativo, pero su corazón estaba a cada segundo un paso más cerca de rendirse a las tentaciones.

Lo abandonó el último resabio de su cordura y había acortado todo camino que los separaba.

El rostro de Kibum entre sus manos y los labios del rubio entre los suyos. ¿Lo que hacía de ese momento aún mejor? Kibum estaba correspondiéndole.

Las manos del rubio se habían posado en el pecho de Jjong, no alejándolo pero sosteniéndose como si se fuera a caer, a cada segundo apretando más entre sus puños la chaqueta que cubría el pecho del mayor, quien había pasado sus brazos rodeando a Kibum para sostenerlo, contenerlo.

Quería sentir que Key realmente estaba allí con él y que no iba a desvanecerse de un momento a otro. Quería saber que esto no era otro de sus sueños.

Pero eso no era un sueño. Los labios de Key seguían moviéndose junto a los suyos sin ningún tipo de apuro ni deseo fatuo. Jonghyun experimentaba el momento como si fuera la primera vez que probaba aquella rosada boca, como quien prueba por primera vez una fruta y disfruta del nuevo sabor antes desconocido; y no quería que se acabara nunca, pero el aire primaba y Kibum fue el primero en separarse, pasando su mentón por sobre el hombro del mayor.

-Ya sufrí demasiado por ti, Jonghyun –susurró en su oído, haciendo el enganche de sus manos en la chaqueta cada vez más ligero hasta que se desvaneció.

-Y no sabes cómo me arrepiento por haberte hecho daño, Key –dijo él en el mismo tono de voz.

Jonghyun no hubiera sabido decir cuánto tiempo estuvieron de pie allí, a un lado de la puerta del dormitorio de Kibum, en silencio, hasta que se dio cuenta de que el menor ya estaba dormido.

Lo tomó en vilo y lo llevó hasta su cama, acomodándolo bajo las colchas y las sábanas, sentándose a un lado de él para observarlo aunque fuera un poco más.

Le acarició el rostro con suavidad para no despertarlo y fue allí que reparó en que Kibum había estado llorando. Con su otra mano palmó el hombro de su chaqueta, encontrando, como había supuesto, rastro del silencioso llanto de Key. Sus labios se apretaron al igual que sus ojos intentando transmitirse a sí mismo la rabia que sentía en esos momentos. Había hecho llorar a Kibum, otra vez.

Se dispuso a marcharse, sintiendo que no era justo que el culpable de las lágrimas de Key fuera el mismo que tuviera la suerte de admirarlo dormir, pero cuando afirmó su palma en la cama, los delgados dedos del rubio se asieron a su muñeca y su voz -aún vaga por el sueño en el que se cernía -susurró el nombre de Jonghyun como en una súplica de que no se fuera.

Estaba tentando a la suerte si se quedaba, pero ya no había cabida para pensar en ello. Se acomodó cuidadosamente sobre las colchas de modo de no enturbiar el sueño del menor, quien sintiéndolo a su lado se acurrucó entre sus brazos, los que lo recibieron más que encantados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario