Kibum no sabía si estar consternado o alegre por su amigo. No quería parecer como si no lo entendía, pero la verdad es que él aún no le veía lo malo al asunto.

-Kibum, entiende. Me... invitó... a salir -repitió Onew por tercera vez en un tono algo más lento.

El menor realmente pensó en sentirse enojado porque lo trataran como un retrasado. Había entendido claramente la primera vez, por lo mismo aún no entendía qué era tan malo en que Joon quisiera salir con él. Cualquier persona podía invitar a otra a salir, o ¿en algún momento aquello se había vuelto una ofensa y él no se había enterado?

-I got it, I got it -soltó comenzando a sentirse frustrado. -Jinki, lo que no entiendo es por qué te pones así.

Apenas y escuchó a Onew musitar algo que no fue capaz de entender porque el mayor tenía sus manos cubriendo su cara, mientras sus codos se apoyaban en sus rodillas.

-Onew si no me vas a decir qué realmente te tiene así, no sé para qué rayos viniste.

El interpelado se recompuso en su asiento e inhaló hondo antes de repetir lo que había mencionado.

-Me dijo... Kibum, Joon me dijo que yo le gustaba... no como amigo precisamente -aclaró. -Luego de eso fue que me invitó a salir.

El rubio levantó sus cejas ante la sorpresa de la nueva información.

-Wow. Directo al grano. Alguien que sabe lo que quiere -musitó Kibum en un tono más bien reflexivo que para darle ánimos a Onew, quien claramente no entendía a qué venía el comentario si no lo ayudaba en nada. -Mira Onew, en el mundo las cosas son simples, te gusta o no te gusta alguien. Si te gusta Joon, díselo, si no te gusta, díselo. Así de simple.

-¡Que no me gusta! -vociferó el mayor casi jalándose los cabellos.

-Entonces, díselo. No creo que sea tan idiota como para no entenderlo.

-Bum, no es tan fácil. Trabajamos juntos, tengo que verlo todos los días.

-Por lo mismo, no puedes pasártela huyendo toda la vida sin darle una respuesta. Como yo lo veo, te guste o no, en algún minuto tienes que decirle si quieres o no salir con él.

-Yo... Sé que no puedo pasármela huyendo, pero...

-¿Pero? ¿No será que tampoco te parece mala la idea de salir con él? -Su tono intentaba ser gracioso, aun sabiendo que Onew no le encontraría la gracia, pero realmente su pregunta era genuina en su trasfondo.

Él tenía más que claro que Jinki era hetero y todo eso -en parte por lo mujeriego que su amigo era y en parte porque el mismo Onew se había encargado de repetírselo unas mil veces sólo en los últimos meses; desde que Joon había aparecido-, pero ¿quién le decía que eso no podía cambiar?

-Kibum, sabes que si él quisiera salir conmigo como amigos, yo no tendría ningún problema.

-¿Entonces? Jinki siempre puedes decir que no. Realmente no veo la parte difícil en decirle: "¿Sabes, Joon? Yo no soy homosexual, pero si te parece bien podemos seguir siendo amigos y salir a tomarnos unas cervezas de vez en cuando."

-Oh, cierto. Se me olvidaba que hablo con un experto en rechazos -soltó el mayor en un tono sarcástico hundiéndose en el sillón.

-No hay necesidad de ponerse antipático, Jinki -bufó Kibum dándole una mirada significativa.

-Okey, okey. Lo siento, Bum; pero es que lo dices como si fuera tan fácil. Joon es mi compañero de trabajo y si lo rechazo las cosas se volverán incómodas, además de que es una de las pocas personas con las que me he logrado llevar bien en ese lugar.

-Entonces sal con él -propuso Kibum en broma, para retractarse enseguida. -La verdad, Onew no sé qué esperas que te diga.

El mayor soltó un suspiro pesado.

-Ni yo lo sé, Kibum -dijo en un tono que al menor le sonó lastimoso, para luego refregarse la cara en muestra de su frustración.

El rubio se levantó de donde estaba y se acercó a su amigo, sentándose en el posabrazos del sillón en el que éste se hallaba.

-Ese día que lo conocí, Joon no me pareció un mal tipo. Onew, estoy seguro que si le explicas tus razones, él te entenderá. -Comenzó a masajearle la cabellera en pos de que eso ayudara a relajarlo, lo que al parecer funcionó pues el mayor recostó levemente su cabeza en el regazo de Kibum. -No te estreses. Todo va a salir bien.

-Eso espero, Bum.

-¿Quieres algo? ¿Un té o un café? -Si no hubiera sido por la situación, Kibum se hubiera reído de estarle ofreciendo té a Jinki, tal como lo había hecho su hermana horas antes, para que luego él la comparara con su madre.

-Un café estaría bien.

-Okey, vamos. -Lo cogió de la mano para levantarlo de su lugar. - A todo esto, ¿por qué me llamaste? Sabes que puedes entrar cuando quieras, por algo te di la contraseña, ¿no?

-No lo sé, supongo que entré en pánico... quería estar seguro de que ibas a estar aquí cuando llegara.

-Onew, te repito: Joon no te pidió matrimonio ni te contó que era el anticristo, sólo se te declaró y te pidió una cita, eso no puede ser el fin del mundo.

-Gracias por el recordatorio -masculló el mayor haciendo un mohín.

-¿Sabes qué? Se acabó, no se habla más del tema -declaró Kibum resolutivo. -No quiero escucharte un berrinche más sobre el asunto. No sé en qué estaba pensando Joon cuando puso sus ojos en ti -dijo lo último entre dientes. -Ya lo hablaremos mañana cuando me llames para decirme que ya le has aclarado todo a Joon y que lo has hecho de la mejor forma posible. ¿Entendido? -preguntó luego de notar que Jinki no parecía muy asiduo a responder.

-Entendido, Bum -soltó con voz de niño regañado.



Al día siguiente, Kibum recibió la llamada que esperaba. Onew asegurándole que, tal como él le había aconsejado, había hablado con Joon y le había explicado cómo eran las cosas.

La parte que Jinki prefirió omitir fue que además de dejar "aquel asunto" en claro, había comenzado su plan de evasión.

* * *

Cuando el rubio escuchó golpes en la puerta de su departamento, sacándolo de su momento de inspiración, se preguntó quién rayos podía ser. Onew sabía la contraseña y ya lo había regañado lo suficiente por no usarla como para que siguiera con la misma maña, Boah no llegaba nunca sin llamarlo primero, y Taemin iba a todas partes con Minho, así que quedaba descartado también. Llevaba casi dos semanas sin hablarse con el alto, luego de su discusión en la facultad de Artes.

En vistas de lo anterior, se llevó una gran -y grata, aunque eso no lo fuera a reconocer -sorpresa cuando vio a su sobrino y su novio fuera de su casa.

Abrió bien la puerta y se adentró en su departamento siendo seguido por los recién llegados.

-Semanas sin verte, Taeminnie. ¿Qué te trae por aquí? -preguntó volviéndose a ver a la pareja, pero obviando olímpicamente al alto. -¿No deberías dejar que tu novio cargue las cajas pesadas?

Cada uno traía consigo una caja, aunque la de Tae era visiblemente más grande que la que cargaba Minho, quien portaba una de estas típicas cajas de pastelería. La pastelería de la que había salido ésta era, sin pie para errores, la favorita de Kibum.

-Ésta es la más liviana, no te preocupes -explicó el menor dejando el paquete en el suelo con sumo cuidado antes de tomar asiento en el sofá. -Minho -masculló con una mirada significativa a su novio que había permanecido callado desde que Kibum había abierto la puerta.

Su amistad siempre había sido catalogada de peculiar por aquellos que los conocían, e incluso, en los años que llevaban de conocerse, no habían sido pocas las ocasiones en las que los confundieran como una pareja, pues aunque Minho se la pasaba discutiendo con el rubio, siempre terminaba cediendo ante él. Se querían mucho, pero ambos eran tan tercos como sólo ellos sabían serlo.

Haber ido a visitar a Kibum había sido idea de Tae, pero eso no significaba que Minho no estuviera esperando por hacer las paces con el rubio. Aunque, por supuesto, nunca lo diría en voz alta.

-Sí -balbuceó el castaño aún de pie, entregándole a Kibum lo que traía en las manos. -Trajimos pastel de fresa, tu favorito... de la pastelería del centro.

Kibum tuvo que hacer un enorme esfuerzo para no sonreír.

-Gracias -se limitó a decir en tono monótono. -Toma asiento Minho, es imposible que crezcas más -añadió antes de irse a la cocina.

El alto se ubicó al lado de Taemin, quien unió sus manos y luego entrelazó sus dedos, acariciando con su pulgar el dorso de la mano de Minho para mostrarle su apoyo.

Era parte del procedimiento. No era primera vez que esos dos discutían... y el menor estaba seguro de que no sería la última.

El dueño de casa regresó con una charola donde traía porciones de pastel. Depositó una frente a cada uno en la mesa de centro y se ubicó en uno de los sillones esperando a que le explicaran el motivo de su visita, aunque según él eso era más que obvio; lo que realmente le intrigaba era el contenido de la caja de Tae.

-Key -llamó su atención el menor. -, Minho está arrepentido por haberte hablado mal, y por meterse en asuntos que no le incumben, de verdad. ¿Podrías hacerle la vida más fácil a tu único sobrino y disculparlo?

-¡Aish! ¡Tú, niño! ¿Crees que es así de fácil? ¿Acaso estás de parte suya? ¿Acaso tú también sabías y no me dijiste nada?

-No. Tae no sabía nada -interfirió Minho. -Sabía que él no iba a ocultártelo, y que de todos modos si eras tú el que lo descubría, te enojarías también con él. Sé cuánto le duele a Tae cuando te enojas con él.

-Al menos eres buen novio -soltó sarcástico.

-Key, Minho de verdad quería disculparse.

El aludido soltó un suspiro.

-Mira Kibum, sé que lo que dije estuvo... en cierto modo... mal y, aunque esto no signifique que no siga pensando lo mismo -El rubio carraspeó audiblemente, pero su amigo siguió hablando haciendo caso omiso de ello. -, quería pedirte disculpas. Tampoco es lindo que mi propio amigo me evité cada vez que nos topamos.

-Incluso te trajimos esto -añadió el menor de los tres mientras acercaba la caja hacia su tío. -Ábrela. -Tae se veía tan emocionado como si fuera él quien iba a recibir lo que hubiera dentro.

Key puso su pastel sobre la mesa y acercó la caja hacia él para poder abrirla.

-Que conste que la idea fue de él -advirtió Minho en el preciso momento en que Key se enfrentaba a la sorpresa de su regalo.

La pequeña criatura amarilla que había estado en silencio hasta el momento, ahora miraba a Kibum con ojos suplicantes mientras soltaba un maullido aparentemente salido desde lo más hondo de su pequeña garganta.

Un gato.

¿Quién carajos regala un gato para pedir disculpas?

Viéndole el lado positivo, tenía un sobrino bastante creativo.

-No maullaba tanto cuando la elegimos -se excusó Tae.

Kibum no decía nada.

La conversación había dado un vuelco inesperado. Si con eso esperaban que se le olvidara el enojo con Minho, lo habían conseguido.

-¿Kibum? -lo llamó Minho después de lo que le pareció demasiado tiempo en mutismo.

El nombrado apenas y se volteó a verlos. Sacó al pequeño animal de la caja y lo puso en sus piernas.
En realidad no era como si le molestara, pero... ¿En serio? ¿Un gato? ¿No existían, acaso, regalos más convencionales?

-Es gatita. Pensamos que podrías ponerle "Mini-Key". Se parece algo a ti. Es rubia, y además era la única con aire de suficiencia. En cuanto nos vio llegar se apartó de los demás como si supiera que la íbamos a elegir a ella -explicó Tae observando la reacción de su tío. Realmente aquello lo había dicho Minho cuando vieron a la pequeña fierecilla que ahora buscaba la forma más cómoda de ubicarse en el regazo de su nuevo dueño.

-Yo... ¿"Mini-Key"? Serás, mocoso malcriado.

-¿Te gusta?

-Bueno... sí. Pero tampoco es como si fuera el regalo que hubiera estado esperando, Tae -roló los ojos.

-¿Le dejarás el nombre? -preguntó Minho en tono de broma, sabiendo de antemano la respuesta.

-No. Supongo que buscaré otra cosa. De todos modos, ¿de dónde la sacaron? -Key le hacia cariño a la pequeña bola de pelos que yacía entre sus piernas.

Era en serio que le había gustado, pero aún no se reponía de la sorpresa.

-¿Recuerdas a la gata de Kai? Dio a luz hace poco más de un mes, así que ahora les está buscando hogar.

-¿Y lo primero que hiciste fue traerme una a mí? -alegó Kibum.

-Sabes que mamá no me deja tener mascotas y recuerdo que alguna vez dijiste que a ti te gustaría tener una. -Taemin había puesto esa sonrisa con las que no se le podía rebatir nada... lo malo era que su tío era, en la mayoría de los casos, inmune a ella.

-Tú y tu memoria selectiva -lo acusó, para luego voltearse hacia su amigo. -Y tú, ¿no lo pudiste detener?

-A mí no me digas nada -se defendió Minho. -Sabes que cuando me mira así de seguro no le puedo decir que no -masculló agachando la cabeza.

Tae se acercó a él para dejarle un beso en la mejilla a su novio.

-Aish, ustedes dos... -se quejó justo cuando su celular comenzó a sonar y vibrar sobre la mesa de centro.

La pequeña gatita soltó un pequeño maullido a modo de queja cuando Kibum se estiró para coger el móvil.

-Te dije que eran iguales -susurró Minho a Taemin.

-Te escuché, Minho -lo regañó el rubio antes de contestar. -¿Aló, Woohyun?

Al acto los menores se quedaron callados escuchando al rubio.

-¿Mañana? Mañana no puedo, Hyunnie… Tengo cosas que hacer con Onew… No… porque es por trabajo… No, Hyunnie… ¿Sabes? Te llamo luego, ¿sí?... Okey, see ya... - Colgó y sintió las dos miradas sobre sí. -No digan una palabra.

-No diré nada -contestó Minho ante la advertencia, pero con un tono que dejaba entrever que no le había agradado del todo lo que, en parte, había intuido de la conversación.

-Más te vale, sino los envío, con gato incluido, de regreso por donde llegaron. Además, es cierto que mañana tengo planes con Onew.

-¿Qué planes? -preguntó su sobrino.

-¿Recuerdas la obra de teatro para la que te dije que haría algunos trajes? -El menor asintió. -Bueno, a Onew le toca cubrir las noticias locales, ya sabes, y precisamente deberá hacer una reseña de la obra, así que iremos juntos.

-¿Y eso impide que los pueda acompañar Woohyun? -escrutó Minho alzando una ceja.

Taemin le codeó suave para que dejara el plan en el que se había puesto. Habían ido allí para que ambos hicieran las paces, no era la idea que se volvieran a pelear.

-Minho...

-Actúa Jinwoon -susurró Taemin al alto. Lo único que éste hizo fue rolar los ojos. Ya veía por qué Kibum no quería a Woohyun cerca.

En cierto modo lo entendía... y en cierto modo, no. Pero realmente no quería dos semanas más puesto bajo la ley del hielo, así que se calló.

* * *

-¿Cuál es el apuro? -preguntó Kibum a su amigo, quien iba manejando. -Llegaremos temprano, Onew.

-Tenemos que pasar a buscar a Joon -masculló el mayor entre dientes, por lo que Kibum no entendió muy bien en un principio, pero luego de unos instantes procesó la idea y lo que ella conllevaba.

-Así que me quieres aquí de mal tercio.

-Estás hablando estupideces, Bum. Tú ibas a ir, nosotros tenemos que ir... ¿Cuál es la idea de que vayamos por separado si podemos irnos juntos? -soltó Onew intentando sonar lo más casual posible.

-Nonsense? Are you sure, Lee Jinki?

Oh, oh. Lee Jinki. Alguien había salido pillado. "Pésimo mentiroso" se regañó el mayor interiormente.

-¿Y qué quieres que haga? No hemos hablado por más de cinco minutos desde... desde aquello, ¿esperas que un trayecto en auto se nos vaya a hacer muy cómodo?

-La verdad, no, pero podrías ser un poco más maduro y habérmelo dicho, Lee Jinki. -Y ahí seguía su nombre completo. Lo iba a torturar. -No es como si tú no supieras que yo no tenía planes de asistir a ver la obra, o como si yo no fuera a entender como te sientes, o como si no fueras capaz de sentirte mal cuando Joon me vea y entienda por qué estoy aquí.

Onew no dijo nada, porque sabía que era cierto.

Cuando llegaron a la casa de Joon, Onew tocó la bocina tres veces avisando que ya había llegado por él; y tal como predijo Kibum, la sonrisa del castaño se borró un poco al verlo en el asiento del copiloto, pero Joon intentó recomponerla en el acto pues sentía que el rubio no tenía la culpa... ni él tampoco. Sinceramente no quería echarle la culpa a alguien, así que se limitó a hacer como si nada pasara. Aun cuando había esperado todo el día porque Onew pasara a buscarlo.

Quería hablar con él, lo que se dificultaba con más gente alrededor, por eso no lo había abordado en la oficina. Pero ahora se encontraba Kibum allí, lo que tampoco le hacía las cosas más fáciles.

Se dijo a sí mismo que sería mejor acomodarse en el asiento y esperar a llegar al teatro para hacer su trabajo. Quizás debía de darse por vencido con el periodista.

Y Jinki sólo ayudaba a asentar esa idea.

-¿Sabes con quién me topé el otro día cuando te fui a buscar? -preguntó éste a su amigo.

-Si no me lo dices, obvio que no tengo idea, Jinki.

Ya no le llamaba con el apellido incluido, pero aún así no cambiaba el tono formal. Alguien iba a salir mal... Onew estaba casi seguro de que sería él. Para su pesar, sabía que también se lo merecía, al menos un poco, pero eso no lo detuvo.

-A Luna. Loco, ¿no crees?

-No, para nada. Estudia en la misma universidad, ¿no?

Kibum no iba a caer en su juego. Creía conocer tanto a Onew como para saber qué era lo que planeaba y él no iba a ser parte de ello.

Pero el castaño tampoco iba a desistir.

-¿Me vas a decir que no es extraño que me tope con mi ex cuando voy a buscarte?

Kibum roló los ojos. ¿En serio no iba a tener compasión por lo que sintiera Joon?

-¿Me preguntas a mí por lo extraño que es toparte con tu ex? Jinki, te recuerdo que el mío lleva viviendo en el departamento de al lado más de lo que sería sano.

El mayor pasó saliva. Eso había sido un touché.

-El teatro está allí -apuntó Kibum dando por zanjado el tema.



Joon se había quedado en la entrada tomando algunas fotos del exterior del teatro, y Onew y Kibum entraron para buscar los asientos predispuestos para ellos. Ninguno de los dos hablaba y el silencio se le hacía torturante al mayor quien entendía perfectamente que el rubio se había enojado.

Aun así, para sorpresa de Onew, Kibum fue el primer en decir algo.

-Si existen cosas horribles, lo que hiciste en el auto fue una de las peores. -Su tono seco, severo y que su mirada lejos de él hacía sus palabras más frías aún.

-Kibum -dijo en tono lastimero, girándose para llamar más la atención del rubio y que éste se volviera a verlo y así poder sentirse un poco menos culpable, pero lo que vio lo hizo olvidarse de sus culpas, incluso de Joon aunque eso fuera egoísta. Más aún. -Bum, no vayas a voltear, pero en diagonal a nosotros está Jonghyun.

Onew pudo sentir como Kibum se tensaba en su asiento.

-Por lo visto, está con un chico y una chica -comentó antes incluso de que su amigo pudiera siquiera pensar en preguntar.

"...y una chica" Una chica que perfectamente podía ser Sekyung.

Respiro hondo, se aferró a los brazos de la butaca en la que se hallaba y se giró para ver en la dirección que miraba Onew.

Allí estaba, tal cual la recordaba, casi a la misma distancia que en el centro comercial. Sekyung. La novia de Jonghyun.

Sí, tenía que llamarla así, era hora de que asumiera las cosas como eran. Porque así estaban y nadie iba a ir a cambiarlas.

Y no era como si a él le importara que cambiasen.

El otro chico era Lee. Personalmente a él no le gustaba llamarlo así, prefería decirle Jonghyun, porque decía que él mismo odiaba que se dirigieran a él por su apellido, pero también sabía lo complicado que eso se tornaba cuando ambos Jonghyun estaban presentes. De él no podía tener dudas, lo recordaba de la ocasión que había visitado a... su ex en Daegu y las veces que se lo había topado en Seúl cuando llegó a esa ciudad que parecía grande pero al momento de juntarte con viejos conocidos se volvía un pañuelo de encaje, lo que había sido más que comprobado luego de que entrara a la universidad y tener que verlo en la mayor parte de sus visitas a la facultad de Música cuando iba en busca de Woohyun, por eso había optado por disminuirlas a las necesarias... había que añadir que ahora que ambos Jonghyun se encontraban allí no pensaba ni acercarse.

Joon se acercó a ellos llamando la atención de ambos, advirtiéndoles que ya sería momento del comienzo de la obra, y se sentó al otro lado de Kibum.

La obra se movía en torno a una historia de amor complicada como lo son todas, con triángulo amoroso incluido: dos personas que se habían amado toda la vida y un tercer involucrado que acabaría con el corazón roto, pues, como decía el mismo Kibum, los amores destinados no son más que armas letales para aquellos que creen que el amor se crea. Cada vez que Onew escuchaba frases como ésas le decía que era esa su excusa para alejar a sus propios pretendientes, intentando no quebrarlos tanto al decirles que ellos simplemente no estaban destinados.

Al otro lado de la platea, un pálido Lee Jonghyun veía al escenario con resquemor cada vez que los protagonistas estaban tan cerca que podían verse los detalles de los ojos y fusionar sus respiraciones, pero nada de eso tenía que ver con que el protagonista fuera justamente el chico que era su amor platónico desde que entró en la universidad.

Para nada.

A su lado, su amigo, no ayudando en mucho, se burlaba de él en susurros, diciéndole que si seguía suspirando así ya no sería posible respirar en el lugar; pero cada vez que podía desviaba su atención del plató, muy disimuladamente, y observaba la silueta sentada más adelante, de aquella que había sido consciente desde que puso un pie dentro del cuadro de asientos. Lo malo no era que le mirara, o quizás sí, pero lo peor era que cuando lo hacía no pensaba en nada, ni en él, ni en esa persona más allá, siquiera en la persona que tenía sentada justo a su lado. En nada.



La obra terminó entre ovaciones y aplausos. Las críticas del día siguiente serían más que buenas.

Luego de que un número considerable de la audiencia se hubiese retirado, Onew y Joon se dirigieron al tras bambalinas para hacer algunas preguntas a los actores y tomar las últimas fotografías, pero al momento de levantarse no fueron seguidos por Kibum como Jinki pensó que sería.

-¿A dónde vas?

-A saludar -contestó simplemente el rubio.

-Kibum...

-¿Qué pasa? ¿Hay algo malo o necesitabas que te acompañara?

-No, pero...

-¿Pero...? No pienses estupideces, Jinki. No demoraré mucho, así que te alcanzo luego. Tengo que ir a felicitar a Jinwoon de todos modos. -Con una sonrisa que al mayor se le hizo tétrica se alejó.

-Nonsense -dijo Onew para sí mismo, haciendo eco de las palabras del mismo Kibum.

El rubio se acercó al trío por entre las butacas, éstos estaban de pie en las escaleras, esperando a que Lee estuviera satisfecho para poder irse.

-Hola, Jonghyun -saludó Key llegando a la altura. -, y hola Jonghyun -saludó también a Lee con una pequeña risa que sobresaltó al mayor de los amigos.

-Hola, Kibum. Ha pasado tiempo -devolvió Lee viendo que su amigo no parecía capacitado para decir algo, al menos no por el momento.

-Algo así -concordó el estudiante de Diseño aún sonriendo. -¿No sabía que les gustara el teatro?

-Realmente vinimos porque Lee es fan del actor principal -puntualizó Kim rápidamente, como si fuera de necesidad máxima decir algo aunque fuese una estupidez.

Su amigo del otro lado lo miraba con odio. Se había quedado callado y ahora que se decidía a hablar era para, técnicamente, dejarlo al descubierto. Si hubiera podido le hubiera golpeado, pero aún había gente observando y entre ellos dos había alguien más.

-Creo que fui... descortés. No me presenté -se disculpó Kibum mirando a la chica ubicada entre ambos Jonghyun. -Kim Kibum, un gusto.

-Shin Sekyung... -Algo dentro de ella la hizo esperar a que su novio ofreciera una presentación algo más formal, pero ya que eso no ocurrió, prosiguió. -, novia de Jonghyun -finalizó apegándose un tanto más al moreno quien estaba en un estado de mutismo nuevamente.

-Bueno, me tengo que reunir con algunos amigos, así que me despido. -Se quedó un momento pensando. -¿No quisieras acompañarme, Lee? Conozco a los actores y podría presentarte a quien viniste a ver.

A pesar del sonrojo que se adueñó de sus mejillas y de las ganas de saltar que lo embargaron por dentro, el castaño simplemente asintió.

-Okey, acompáñame entonces. Adiós... Sekyung. Hasta luego, Jonghyun -se despidió antes de dar media vuelta en dirección al escenario.

Hizo todo lo que estuvo en sus manos para que el suspiro de desahogo que soltó fuera apenas audible para él mismo.

-Los veo afuera -susurró Lee a Kim y Sekyung, antes de seguir a Kibum.

Ambos los vieron subir las escaleras del escenario y luego desaparecer tras las cortinas.

Una vez que ya no estaban dentro del campo de visión de nadie, Jonghyun se dirigió a Kibum.

-¿No vas a preguntarme nada?

-¿Debería? Al final, siempre he sabido todo sin necesidad de preguntar. -Su voz había sido más rígida de lo que hubiese querido, y su actitud también, pero no podía evitar sentirse tenso cerca de Lee. -¿No deberías ser tú quien me pregunte algo? Después de todo, quien va a conocer a su amor platónico no soy yo.

Lee pasó saliva y se recordó mentalmente anotar en su lista de "cosas por hacer" matar a su mejor amigo por boca suelta.

Si Kibum hubiera sido capaz de leerle los pensamientos le hubiera dicho que como amigos al menos compartían eso en común.

-No te preocupes, entiendo rápido pero no pienso ponerte al descubierto en frente suyo. ¿No vas a preguntar cómo lo conozco o algo? ¿O qué cosas sé de él?

-Bueno... supongo que fuiste tú quien hizo los trajes para la obra... o algunos de ellos... -dijo dubitativo.

-Wow. O estás muy bien informado o se nota mucho mi estilo al trabajar -se burló Kibum.

Antes de que Jonghyun pudiera comentar nada, y mientras seguían caminando por el pasillo de los camarines, apareció un chico alto y pelinegro que abrazó efusivamente al rubio.

-Viniste -exclamó alzándolo del suelo.

-Por supuesto que vine. Estoy aquí, ¿no? -Kibum reía naturalmente, relajado. Jonghyun pudo notar que así era cuando bajaba la guardia. -Venía a felicitarte, pero ya, bájame.

-Ha salido todo bien, ¿cierto? -preguntó el pelinegro por aprobación. -¿Quién es él? -Apenas y había notado la presencia de Jonghyun detrás de Kibum.

-Jinwoon, él es Lee Jonghyun, un antiguo conocido. Jonghyun, él es Jung Jinwoon-

-Su novio -le completó el chico a su lado volviéndolo a abrazar.

-Nada de eso. ¡Aish! Jinwoon. -Una vez liberado del nuevo abrazo le amenazó con golpearlo si seguía con esas manías de presentarse como su novio.

Jonghyun los miraba entre divertido y perplejo. El chico no era novio de Kibum ni nada parecido, pero era obvio de que había demasiada confianza, quizás habían sido algo antes. "Uno más a la lista de enamorados" se dijo a sí mismo; pero realmente era otra cosa la que le había llamado la atención.

-¿Jung...Jinwoon? ¿De casualidad no serás hermano de... Jung Yonghwa?

-No, no lo son -contestó Kibum a su pregunta. -De hecho, veníamos a felicitar a los actores principales -aclaró dirigiéndose a Jinwoon. -¿Dónde están?

-Estás hablando con uno, Bummie -alegó el pelinegro cruzándose de brazos.

-Me refiero a los demás, tontito.

Jinwoon había participado en la obra como el mal tercio en el triángulo amoroso. Por alguna razón cuando Jonghyun reaccionó en ese punto pensó que al menos el chico estaba bien capacitado para el papel. "Queriendo a Kibum cualquiera lo estaría" pensó.

-Por acá -les indicó Jinwoon tomando del brazo al rubio mientras los guiaba.

Cuando divisaron a Yonghwa, el chico estaba junto a Onew y Joon. Jonghyun no pudo evitar que su estómago se contrajera de los nervios. Jinki, al darse cuenta de que el chico que venía siguiendo a Kibum era a quien había visto junto al ex del rubio, le hizo una seña de interrogación a su amigo que éste prefirió pasar por alto.

-Felicitaciones, Yonghwa -dijo Kibum acercándose a abrazar al actor.

-Gracias a ti por tu ayuda -respondió con una sonrisa. -Y, ¿quién es tu amigo? -preguntó al notar al chico había llegado con él.

-Lo mismo me pregunto -masculló Onew mirando a directamente a Kibum.

-Él es Lee Jonghyun, amigo mío -Onew levantó una ceja automáticamente ante la presentación. -, quería felicitarlos por la obra, así que lo invité a venir conmigo.

-Es bueno saber que a tanta gente le gustó.

-Estuvo genial -soltó Jonghyun sorprendiendo a Yonghwa.

-Onew, ¿podrías venir conmigo un momento? -Kibum le indicó a su amigo que lo siguiera, y el fotógrafo le pidió una última ayuda a Jinwoon, dejando al estudiante de Música a solas con su amor platónico.

Mentalmente, Jonghyun anotó otro punto a su "lista de cosas por hacer". Agradecerle a Kibum infinitamente.


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