Durante la tarde en su sala de ensayos de la FNC, las cosas habían estado algo tensas. No había desagrado en el ambiente, pero era como si algo se estuviera litigando en el lugar y todos pudieran sentirlo.
             
Yonghwa realmente quería hablar con los menores, pero tenía claro que la agencia no era el mejor lugar para ello. Aún así no había sido capaz de sacar el tema a colación durante la mañana.
             
-Chicos, es hora de que descansen. –Hyunsoo entró de pronto en la sala haciendo que detuvieran el ensayo en el acto. –Han trabajado muy duro estas semanas. –Se acercó a Yonghwa y le rodeó por los hombros con su brazo. -¿Qué les parece si vamos a comer algo por ahí? Para que se distraigan –los animó.
             
Él parecía muy entusiasmado y ninguno de los cuatro se sintió con el corazón suficiente para rechazar la invitación a pesar de que lo único que querían era llegar pronto a casa.

* * *

-Nos vemos mañana chicos. Qué descansen –les dijo su manager mientras se bajaban de la van frente a su casa.
             
-Hasta mañana –contestaron los cuatro al unísono justo antes de que Hyunsoo volviera a pisar el acelerador.
             
Todos subieron las escaleras de forma automática dirigiéndose a sus habitaciones.
             
-Chicos –los llamó Yonghwa antes de que se cerraran las respectivas puertas.
             
Jungshin que ya había entrado a su cuarto asomó su cabeza en el umbral y Minhyuk retrocedió un poco ya que recién había dado un paso dentro de su alcoba. Jonghyun, por su parte, se quedó estático en el camino a su habitación. No había pensado que Yong fuera hablar de ese tema justo en ese momento.

-Yo... –El mayor dudó un poco al sentir las tres miradas sobre él. –Eeh... Bueno, yo... Nada. Buenas noches –se despidió con voz queda y entró en el cuarto.

“Okey no fue hoy, pero será mañana sí o sí” se dijo a sí mismo una vez acostado.

* * *

Cuando el pelinegro se despertó a la mañana siguiente se dirigió enseguida a la cocina, pero disminuyó la velocidad de sus pasos al oír voces provenientes de ella. Se acercó de manera sigilosa al umbral, asomando apenas sus ojos para poder ver hacia el interior de la estancia.
            
Minhyuk y Jungshin se encontraban sentados a la mesa tomando desayuno. No había nada raro ni diferente en sus maneras o en sus gestos ni tampoco en sus palabras. Pero había algo en sus miradas. ¿Cómo era que no se había dado cuenta antes?
             
Volvió al segundo piso y se adentró en la habitación de Jjong encontrándola vacía. Iba a salir del cuarto cuando se encontró de frente con el castaño.
             
-Buenos días –le dijo éste con una sonrisa.
             
-Buenos días –le respondió tomando su mano. –Acompáñame.
             
Con cara de desconcierto, el menor se dejó guiar escaleras abajo. Yong sólo soltó su mano cuando estuvieron a punto de entrar en la cocina.
             
-Buenos días –les saludó Minhyuk, afinando sus ojos como siempre que sonreía.
            
Los mayores respondieron el saludo tomando asiento en los taburetes libres al otro lado de la pequeña mesa, uniendo nuevamente sus manos por debajo de ésta.
             
-Chicos –carraspeó Yonghwa cavilando cómo comenzar. –Yo... bueno, quería... -¿Por qué se le hacía tan complicado? Dio un hondo suspiro. –Chicos, quiero decirles que estoy al tanto de lo que pasa entre ustedes –Las miradas de los menores se cruzaron inmediatamente y luego ambas se dirigieron al lugar que ocupaba Jonghyun. –y que hubiera preferido saberlo de ustedes, pero ya ha ocurrido así.
             
-Yong, nosotros lo podemos explicar –quiso justificarse Jungshin.
             
-Se lo íbamos a decir, pero... no sabíamos cómo –lo apoyó Minhyuk.
            
-Chicos, chicos –los frenó Yonghwa. –No estoy pidiendo explicaciones, además no es sólo eso de lo que quiero hablarles. –Sus ojos viajaron desde los rostros expectantes que tenía en frente al de Jonghyun y de éste a los de los menores nuevamente. –Yo... bueno, nosotros tenemos algo que contarles.
             
Los menores los miraron a ambos con la interrogación en el semblante.
             
-Jonghyun –dijo mirándolo a los ojos –y yo... estamos juntos, también –Y como si necesitara algo que apoyara lo que estaba confesando, alzó sus manos unidas bajo los rostros incrédulos de los otros dos.

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