Mente Escribana

Se levantó ese día con una sonrisa de oreja a oreja. No podía creer cómo habían pasado las cosas la noche anterior. Que Yonghwa le estuviera dando una oportunidad era algo que no iba a dejar pasar.

            

Se levantó de un salto, se calzó unas pantuflas y bajó a tomar desayuno junto a los demás. Bajó las escaleras mientras tarareaba Sweet Holiday y no pudo evitar ese cosquilleo en el estómago cuando vio a sus compañeros sentados a la mesa conversando muy animosamente, pero en especial al pelinegro sentado en la cabecera de la mesa.

             

-Buenos días.

             

-Buenos días –le respondieron los demás casi a coro.

            

-Has dormido hasta tarde hoy. Eso no es normal en ti. ¿Estás tomando somníferos? –inquirió Jungshin mientras Jonghyun se sentaba a su derecha.

             

-¿Somníferos? ¿De qué hablas? Niñito ocurrente –dijo picándole en las costillas mientra se reía de las ocurrencias del menor y aprovechaba para mirar de refilón al líder. –Sólo estaba disfrutando de dormir un poco más mientras aún podemos –Yonghwa parecía inmutable y siquiera le miraba.

             

Minhyuk se reía de la escena, pero Yong apenas parecía notar algo que no fuera su taza de café.

             

-Permiso –dijo levantándose para luego salir del comedor.

             

-Yonghwa ha estado raro en los últimos días. ¿Le pasará algo? –mencionó Minhyuk una vez que el pelinegro hubo salido de la estancia.

             

-No lo sé, Minhyukkie. No lo sé – le contestó Jonghyun con un tono de pesadez en la voz que no se vio capaz de disimular.

             

¿Se habría soñado lo de la noche anterior? Porque de no ser así, no entendía por qué ahora Yonghwa actuaba como si nada hubiera vuelto a cambiar entre ellos, y de ser así... bueno, había sido un más que bello sueño.

* * *

             

-Jonghyun –le llamó Minhyuk, asomando su cabeza por la puerta de la habitación. –Con Jungshin iremos al supermercado. ¿Quieres ir con nosotros? ¿o quieres que te traigamos algo?

             

-No, no, gracias. Vayan con cuidado –le respondió desde el sitio que ocupaba frente a la computadora, de espalda a la puerta.

             

-Por supuesto –le dijo sonriendo aunque el mayor no le viera. –Entonces, nos vamos. Intentaremos no tardarnos. Yong está en la sala de ensayos, por cualquier cosa. Nos vemos.

             

-Nos vemos.

             

-¿Yonghwa? –dijo adentrándose en la pequeña sala.

            

-Pasa Jonghyun –dijo aún sin verlo, concentrado en su guitarra.

             

-Yonghwa.... –Y aquí íbamos de nuevo sin saber cómo empezar.

             

-Practiquemos –le miró brindándole una sonrisa que lo confundió aún más que sus escuetas palabras, pero de todas maneras tomó su guitarra y se sentó frente al líder.

             

Yonghwa comenzó a raspear en la guitarra los acordes de Try Again, Smile Again y Jonghyun le siguió esperando por alguna señal que le dijera de qué iba todo.

             

-Lo que dije ayer –comenzó Yonghwa sin dejar de tocar la guitarra. –no era ninguna broma ni nada. Pero sigue en pie mi petición de tiempo. Esto... es confuso para mí aún.

             

-Su-supongo que debe serlo.

             

Ambos seguían tocando, pero para Jonghyun fue como si los acordes se hubieran detenido en algún punto junto con su pulso. No había soñado nada, todo era cierto. Lo embargaba una completa alegría, pero era esa misma sensación la que lo dejaba estático y sin darse cuenta dejó de tocar al mismo tiempo que lo hizo el mayor.

             
-Tiempo... sólo eso es lo que necesito. –En algún minuto Yonghwa se había levantado y dejado su guitarra en el lugar de siempre, ahora se encontraba de pie frente a él. Se inclinó un poco y le dejó un beso en la frente antes de salir, dejándolo con una sonrisa que no pudo disimular siquiera cuando llegaron los menores horas después.